Desarme y limpieza
Por algo dicen que el comienzo siempre es difícil, y vaya si lo fue para este proyecto, solo con ver la imagen de su estado inicial se podrán imaginar el porqué. Es que el proyecto desde el inicio fue algo muy ambicioso, ya que se tomó la decisión de llevarlo a cabo solo sabiendo que el espejo primario estaba en optimas condiciones, el cual fundamentalmente es la parte mas importante del todo el telescopio. Tuvimos primero que hacer una gran limpieza, sacar mucho polvo, tierra y mugre para trabajar en buenas condiciones dentro del domo. En esta limpieza fue que por pura casualidad encontrarnos los oculares originales del padre Giribaldi, los cuales se suponían estaban perdidos y se encontraban estacionados debajo de la escalera de madera que se utiliza para subir cuando se van a realizar observaciones, algo verdaderamente insólito.
Días despues procedimos a desarmar la montura, la cual no nos brindo tampoco ninguna facilidad. Tuvimos que contar con la ayuda de Gustavo y Carlos, que nos ayudaron a separar los ejes, los cuales estaban pegados por el oxidamiento de los rulemanes. Luego de varios intentos no se lograba mover nada, a lo cual finalmente se tuvo que usar la fuerza bruta y golpear el eje con una maceta para lograr hacerlo salir, y si, se lo tuvo que sacar ¡a macetazos!. Es así que se pudo desarmar la estructura principal de la montura, dejando separado el tubo y el eje de declinación de la base y el eje de ascención recta. Ya con esta labor realizada, continuamos por tomar un poco de desoxidante para empezar a limpiar y remover todo el oxido presente en el metal de la montura, para dejarla así lista para darle un toque de pintura.